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Saturday, October 1, 2016

Composición corporal



Para los efectos del fitness y dietas, el cuerpo está compuesto de 3 variables que son las que manipulamos con nuestros esfuerzos en el gimnasio y en la cocina. Es fundamental entender y comprender, al menos, cuáles son y cómo fluctúan para poder entender esa balanza en el baño y poder discernir entre el peso que nos interesa y el que no nos importa.


Masa Corporal Magra (MCM)


La listo como primera porque es la más importante, este componente de nuestro cuerpo se refiere a los huesos, los órganos, y tejido muscular.  Como podemos ver, el tejido muscular es, entre la MCM, lo que podemos manipular a través de entrenamiento y alimentación en el mundo del fitness y por eso cuando nos referimos a MCM hablamos de los músculos, esos músculos que buscamos en el espejo día y noche. Así que lo llamaremos músculos de ahora en adelante.


Grasa corporal o tejido adiposo


Hay dos tipos de grasa corporal en general: Tejido Adiposo Marrón y Tejido Adiposo Blanco. Podemos subdividir aún más el Tejido Adiposo Blanco en visceral, subcutáneo y esencial, pero para simplicidad y efectos prácticos vamos a simplemente llamarlo grasa porque es la parte que nos interesa (y que podemos) manipular con intenciones de salud y apariencia. El Tejido Adiposo Marrón es irrelevante para este artículo y no tiene impacto en el propósito de nuestras dietas y ejercicios.

Agua

“¡Rebaje 5kg en una semana con esta revolucionaria dieta de jugos deliciosos y naturales!” Todos hemos escuchado sobre estas dietas, las leemos en revistas, vemos comerciales en TV, y por supuesto que plagan las Internets. Y funcionan, lo decepcionante es el cómo y en qué.


Recordemos que estamos hechos en nuestra mayor parte de agua, y esa agua puede ser manipulada hasta cierto grado por métodos de hidratación, propiamente a través de sodio, glucógeno y algunos compuestos que promueven hidratación o deshidratación. Por esta misma razón es que la balanza puede variar tanto de un día a otro. Más detalles abajo.


Hay otra variante digna de mencionar, el contenido intestinal. Algunos de nosotros sabemos que podemos rebajar medio kilo o más luego de sentarnos en el trono, ¿cierto muchachos?


Poniendo todo en perspectiva


Así que podemos resumir que tenemos tres componentes que son músculos, grasa y agua. Ahora que conocemos los elementos que componen nuestro cuerpo podemos adentrarnos a entender cómo podemos variarlos.


En su gran mayoría, las personas quieren (y deben, con ciertas excepciones) perder grasa, ganar músculo, y no malinterpretar las fluctuaciones del agua. Es así de simple, y la confusión de cuál estamos ganando o perdiendo es grande para las personas impacientes. Si hay algo que toda persona con éxito en este mundo tiene es: paciencia y constancia.


Ahora, ¿cómo saber de qué manera ganamos una o perdemos otra? Vamos a resumir de modo simple cada una.


Músculo





Para ganar tejido muscular hay que someter a los músculos a un estímulo de esfuerzo que genere una respuesta metabólica adecuada. En nuestro mundo lo llamamos entrenar con pesas junto a una dieta de superávit calórico, preferiblemente una bien balanceada para evitar el efecto a continuación, ganar grasa.


Grasa





Para ganar grasa solo hay que hacer lo mencionado arriba (y bien que ya sabemos eso), comer un excedente calórico, el exceso calórico en términos generales va a ser convertido en grasa a través del tiempo.


Para perder grasa y músculo (no se me ocurre alguna razón por la que alguien quiera perder el preciado músculo) solo hay que crear un déficit calórico.


Por estas razones es que en general alguien está rebajando o ganando peso. Cuando nos dedicamos por un tiempo a uno o lo otro, vemos resultados siempre y cuando haya constancia. Las fluctuaciones que vemos en cualquiera de los casos son debidas al agua o el estado de hidratación.


Entendiendo el ritmo de ganancia





Asumiendo que todos los elementos de un programa riguroso de entrenamiento, dieta, y factores personales (excluyendo usuarios de hormonas, andrógenos, etc) de genética y experiencia en levantamiento de pesas, la cantidad que podemos esperar en ganancia muscular mensualmente es… aproximadamente 1kg. De nuevo, esto puede variar por factores de experiencia en entrenamiento.


Por el otro lado ganar grasa va a depender de nuestro insumo calórico neto en directo contraste con nuestro uso calórico, el cual va a depender de nuestro metabolismo y varía en cada persona. Para ponerlo en perspectiva, hagamos algo de matemática, no es mucho ni complicado lo prometo:


1kg de grasa corporal es aproximadamente 7700 calorías. O sea simplificando, tenemos que comer 7700 calorías excedentes para ganar un kilo de tejido adiposo (asumiendo que todas esas calorías vayan a ser almacenadas como grasa).


Para aquellos que se están rascando la cabeza porque están sacando la cuenta de 9 calorías por gramo de grasa y se preguntan por qué 7700 y no 9000 calorías, la respuesta está en que el tejido adiposo está compuesto por más que grasos ácidos, en una célula de grasa hay agua y otros trazos de maquinaria biológica.


Si alguien tiene, por usar un número simple, un mantenimiento de 2000 calorías diarias, necesitaría comer 1100 calorías en exceso diariamente para ganar 1kg de grasa a la semana (7*1100=7700) o sea unas 3100 calorías al día, que al final de un mes serían un poco más de 4kg.


Alguien con un mantenimiento de 1500 calorías, y que coma 600 calorías en promedio diarias en exceso (7*600=4200), estaría ganando un poco más de medio kilo de grasa a la semana, aproximadamente 2kg al mes.


La ganancia de grasa entonces va a depender mayoritariamente de la cantidad excedente que tengamos en promedio en el lapso de semanas. Puede ser tan extremista como sea humanamente posible, o sutilmente con el paso de los meses, pero de manera realista un par de kilos al mes es común en muchos casos de cambio de dieta sin restricciones.


Agua



Por último, los cambios de peso corporal en agua pueden ser muy drásticos y en lapsos muy cortos, días o hasta horas. Depende de la hidratación, de la cantidad de glucógeno en los músculos, y retención de líquidos en general.


En la era de las dietas bajas en carbohidratos, la fluctuación de peso es muy notable y común, tanto que es usado de modo engañoso por comercio. Los carbohidratos proveen al cuerpo de glucógeno, el cual es almacenado en el hígado y músculos. Por cada gramo de glucógeno almacenado hay 3 gramos de agua.

Un poco más de matemática, no arruguen la cara que no es tan grave.

Asumiendo que alguien a través de una dieta baja en carbohidratos y ejercicios agote unos 500gr de glucógeno, estaríamos halando de 2kg perdidos (500gr de glucógeno y 1500gr de agua), y esto muy posible en el lapso de dos días o menos. Pero de nuevo, estos 2kg no son grasa en lo absoluto, 25% es glucógeno y el otro 75% es agua . Del mismo modo al resumir la ingesta de carbohidratos en la dieta (una noche de fiesta por ejemplo donde te hartas de carbohidratos) el peso vuelve o hasta sobre pasa, ya que el cuerpo tiende a almacenar un poco más. Por eso la balanza al día siguiente puede darte 3kg o más. Y repito, nada de eso es grasa (ok quizá un poco si te volviste un desastre en la fiesta y decidiste comerte media mesa).


El insumo de sodio afecta la retención de líquidos e hidratación. El alcohol tiene efectos diuréticos, el café, y una alta gama de alimentos contribuyen a retener o liberar agua. Las mujeres por su ciclo menstrual tienden a tener fluctuaciones de agua a través del mes como bono agregado.


Además de todo esto existe un efecto donde, la gente que está perdiendo grasa, las células adiposas se llenan de agua, otra forma de retener líquidos, y luego de unos días o semanas de la noche a la mañana ocurre un vaciado y súbitamente perdemos peso.


Ok, para poner en perspectiva mi punto sobre fluctuación de peso, hagamos unos estimados basados en alguien de 85kg de peso (voy a omitir muchos factores en estos cálculos para efectos prácticos) y ver cuánto puede variar el peso y en cuál componente:


  • Músculo:


    • Aumento: 1kg al mes o 250gr semanal (con dieta y entrenamiento apropiado)
    • Pérdida: 1-2kg al mes o 250gr\500gr semanal, quizá un poco más (con un déficit calórico, dieta marginal y sin ejercicios, una terrible idea).


  • Grasa:


    • Aumento: 4-5kg mensuales o 1kg semanal (o mucho más si eres un cerdo con un apetito voraz y descomunal)
    • Pérdida: 4kg mensuales o 1kg semanal (con un déficit calórico extremo que conlleva más riesgos y efectos negativos que beneficios, algunos casos pueden ser la excepción pero en términos de población general esta idea aplica).


  • Agua:


    • Aumento y pérdida: de 0 a 7kg en un día o dos.


Creo que eso ilustra bastante bien la capacidad de ganar o perder un componente u otro dadas unas circunstancias un poco extremistas. Incluso así, la cantidad de grasa y músculo que puede ser ganado en días o incluso semanas es muy baja en comparación al agua. Así que cuando vean la balanza moverse de un lado al otro entre días no se ahoguen en un vaso de agua.

Monday, October 26, 2015

Macronutrientes




Frutas, vegetales, granos, lácteos, carnes rojas, carnes blancas, carnes negras (cuando no sabes cómo cocinar o te quedas hipnotizado con el celular mientras cocinas), aceites, cereales, semillas, hortalizas, legumbres, y tantas y tantas y tantas otras clasificaciones más... Por supuesto unas son "buenas", otras son "malas", otras no están seguros aun, otros no tienen ni idea, otras asumen que son neutrales. Es tan abrumador leer y aprender qué debes y qué no debes, cuánto puedes y cuánto no puedes, y así hay debate en todo y para todo a la hora de que te dan un consejo para mejorar tu hábito alimenticio.

Si sólo hubiese alguna manera de simplificar las necesidades de nuestra alimentación, un atajo a entender y generalizar lo que debemos comer y las cantidades asociadas. Pero la vida siempre nos complica todo, ¡y la ciencia mas aún! Ah pero aquí no, aquí hay una salvación, aquí tenemos una regla física y simple con la que podemos categorizar lo que comemos. Se llaman: Macronutrientes.

La palabra lo insinúa ya, Macro-Nutrientes, son los nutrientes principales que el cuerpo usa para las funciones específicas y necesarias para mantenernos vivos y conscientes de modo que podamos caminar, respirar, dormir, y hasta seguir viendo el facebook todos los días (algunos todo el día en esto ultimo...). ¿Y lo mejor de todo? Que todas nuestras comidas entran bajo la categoría de uno o combinación de estos tres (3) macronutrientes. Y este artículo mis queridos leyentes, los dejará entendiendo y, con suerte, curiosos de catalogar sus comidas favoritas así sea por entretenimiento.

Muy bien, sin dar mas largas al asunto, les presento los famosos macronutrientes: Proteínas, Grasas, y Carbohidratos. Cualquier comida que hayas consumido hoy y en el pasado estuvo compuesta de una o más de estas fabulosas moléculas, no hay ninguna comida que no contenga uno o más de ellos, y esa es la manera mas simple de entender qué ponemos en nuestra boca, qué funciones tienen y cuáles son los resultados de consumirlas. También son el objeto de mitos, conceptos erróneos, malas ideas, y cualquier cantidad de dramatismo creado en nutrición. Empecemos por definir cada una de ellas:

Proteínas



Mis favoritas del grupo, son moléculas compuestas por 20 diferentes aminoácidos. Sus funciones son las de proveer al cuerpo con los bloques esenciales de la vida, son las únicas capaces de regenerar tejidos en el cuerpo (ya sean musculares o de órganos), pueden ser usadas como energía de ser necesario, y abarcan otras funciones que alargarían innecesariamente este artículo (y que de modo inevitable terminaré explicando eventualmente porque así de cruel soy).

Básicamente el cuerpo digiere estas proteínas, las descompone en los aminoácidos de las que están compuestas, y usa las que necesite para las funciones que crea pertinente con la eficiencia que caracteriza a nuestro fantástico metabolismo. Sin embargo, el cuerpo no puede almacenar proteína dietética así como almacena carbohidratos y grasas. Por eso la importancia de comer proteínas diariamente.

La clasificación de proteínas generalmente se hace de dos tipos: Completas e incompletas. Para entender esto hay que referirse a los 20 aminoácidos que forman las proteínas, 9 de ellos son esenciales, lo que quiere decir que nuestro cuerpo no puede producirlos, y los 11 restantes son no-esenciales (hay una excepción a la regla pero les aseguro que no es pertinente al artículo y les prometo que de verdad no elaboraré al respecto) Por ende el cuerpo necesita un suministro de estos 9 aminoácidos y la fuente más común de ellos es en proteínas (o en suplementos).

¡Ajá! Ahora llegamos a eso de que si son completas o no.  A un nivel molecular no existe tal distinción, la gran mayoría de las proteínas que consumimos son completas, en otras palabras contienen todos los 20 aminoácidos, cuando se refieren a "incompletas" es porque no contienen grandes cantidades de esos preciados y codiciados 9 aminoácidos que tanto queremos y añoramos como humanos. Por ende para efectos prácticos es apropiado decir que ciertas fuentes de proteínas son incompletas.

El estigma de este efecto de consumir proteínas incompletas se puede apreciar en algunos vegetarianos que desconocen como combinar sus comidas para obtener dichos aminoácidos, resultando en cuerpos débiles de salud en muchos aspectos, a pesar de consumir excelentes cantidades de vitaminas, minerales, grasas, fitonutrientes, y carbohidratos. Simplemente sin los bloques esenciales de la vida los órganos y músculos no pueden desarrollarse y/o mantenerse propiamente.



Imaginemos por un momento que estos aminoácidos son piezas de lego, cada una de ellas tienen un color distinto, y queremos construir algo con ellas, proteínas, ¿no? ¡Ok un barco! El esquema que tenemos para construirlo nos pide 20 tipos de piezas distintas, configuradas en distintos patrones donde se repiten una y otra vez de maneras distintas. 11 de ellas ya tenemos en abundancia en nuestro cajón de juguetes pero las otras 9 dependen de que nuestra mamá nos las compre. Pero nuestro papá nos dice que construyamos lo que podamos con lo que tenemos. Nuestra negligente madre nos da muy pocas de esas 9 piezas que no tenemos, pero algo es algo, y así debemos seguir construyéndolo. Al final tendremos nuestro barco mal que bien elaborado pero con una susceptibilidad a hundirse muy alta una vez que lo pongamos a flote. Yo les dije que construyéramos proteínas pero ustedes insistieron en el barco, me lavo las manos.

En conclusión, las proteínas son quizá el macronutriente mas importante para la vida y sin duda la mas preciada en una dieta.  Ejemplos comunes de proteínas completas son: Carnes de cualquier tipo: pollo, res, cerdo, pescado, moluscos, lombrices... ¿Qué? Es verdad, sí ya sé que no son muy apetitosas aquí en el occidente del mundo, ¡pero en otros lugares son una delicia! Me desvié de nuevo, continuando: huevos, quesos, leche, tofu (no es tufo, esa es otra cosa) son algunas que mencionar por popularidad. Las proteínas incompletas se pueden conseguir en la gran mayoría de los vegetales y frutas, y no es que sean malas, sino que idealmente uno no debe basar su ingesta de proteínas únicamente en ellas (excepciones de nuevo para aquellos que saben como consumir en una dieta vegetariana proteínas de distintas fuentes que proveen todos los aminoácidos).

A mí me gusta decir como una regla de oro que si viene del reino animal son completas, y si vienen del reino vegetal son incompletas. Lo único que hay que temerle a las proteínas completas es que pueden venir acompañadas de grasas, y si bien las grasas son muy buenas, son altas en calorías y deben ser monitoreadas con lupa. Hablando de grasas...

Grasas



Ahhh las grasas. cuántas veces las han acusado de falsas ofensas, en cuántas oportunidades han dicho tantas blasfemias de sus efectos, se les ha perseguido con antorcha y horca... La demonización de la grasa en la dieta del humano del siglo pasado aún retumba como un eco preponderante en conversaciones alimenticias, y aún nos advierten de que son una sentencia de muerte para aquellos que buscamos y perseguimos sus delicias, como tentados por una entidad malévola de ultratumba.

Muy bien, poesía y drama a un lado, las grasas tienen una historia en el ámbito alimenticio muy deteriorada y afectada por mitos y malas interpretaciones, en buena parte se debe a investigaciones pasadas muy mal fundadas, neurosis colectiva, mal juicio, poco trasfondo científico, y otras razones ilógicas de nuestro oscuro pasado. La idea de que las grasas no sólo engordan sino que afectan la salud a largo plazo está impresionantemente troquelada en la cultura actual.

Pero yo estoy aquí para presentarles una idea razonable al menos, que descubre los mitos detrás de las grasas, y preferiblemente abrirles la curiosidad, para que no crean en mí únicamente sino que investiguen por su lado la realidad de este tema tan controversial. Pero a lo que me compete, adentrémonos de una vez a otro fascinante Macronutriente.

Estas nobles moléculas son responsables de una logística esencial en nuestro cuerpo, de movilizar muchos procesos de los cuales ni al tanto estamos, absorción de vitaminas, como fuente esencial para ciertos tipos de ejercicios, como reservas de energía en caso de emergencia, de producción de hormonas y encima de todo de enzimas (heh, Encima de todo, enzimas... ¿No? Olvídenlo, en qué estaba?).

Primero que nada vamos a desglosar los tipos de grasas que hay y sus características:

Grasas Monoinsaturadas: Madres de las Omega-9, una de las aliadas en combatir la formación de plaquetas en las arterias responsables de ataques al corazón y otras complicaciones circulatorias. Coadyuvantes a la movilización del colesterol en la sangre, estas grasas son importantes para mantener un sistema saludable. Fuentes comunes de estas grasas son: aguacate, aceite de oliva, maní, aceite de canola.

Grasas Poliinsaturadas: Portadoras de las Omega-3 y Omega-6, estas grasas tienen propiedades únicas. Por no extenderme mucho en hablar de las Omegas (aunque me muera por hacerlo), simplificaré a la utilidad de este tipo de grasas. La mayor cantidad de beneficios está en fuentes ricas en Omega-3, ya que poseen la habilidad de proteger contra enfermedades cardiovasculares entre otras cosas, este tipo de grasas son en mi corazón (en el sentido literal y figurado, lo sé, no tengo remedio) las más importantes y preciadas. Buenas fuentes de Omega-3 son nueces, sardinas, pescados como el salmón. Hay más que hablar de esto y el balance entre estas dos Omegas, pero en otro artículo quizá.

Grasas Saturadas: Quizá la raíz de tanta polémica, y el motivo por el cual criminalizaron tanto a nuestros buenos amigos lípidos. Son abundantes en carnes y otras fuentes de proteína animal. Unas de las razones de la mala fama que tienen es que fueron estudiadas muy poco, y los pocos estudios fueron basados en dietas altas en carbohidratos. Resulta que estas grasas poseen unos beneficios muy importantes como mejorar el sistema inmunológico, formación de membranas celulares, mantener huesos saludables, y otros. Hay estudios recientes que vinculan las grasas saturadas con una mejora en funcionamiento metabólico y aún más, desligan relaciones con problemas cardiovasculares, exonerándolas luego de décadas de ese cargo tan terrible.

Grasas Trans: Si han leído algo sobre ellas seguro encuentran todo tipo de acusaciones mortíferas, desde que son causantes de alta presión sanguínea hasta culpables de aumentar el riesgo de muerte por infarto y otra larga lista de efectos negativos a la salud. Y la verdad actual es... Cierto. ¿Y a quién le debemos esta abominación? ¡A la industria por supuesto! La fuente artificial de estas grasas proviene de grasas procesadas con un método llamado hidrogenación, donde se modifica una grasa naturalmente poliinsaturada a una mutación repugnante saturada. Los estudios hasta ahora coinciden en lo perjudicial que son estas grasas. Desafortunadamente se han colado mucho en nuestro refrigerador y lacena gracias al comercio. Comúnmente están en cualquier producto que contenga aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados. Hay que evitarlas como a la peste buhónica. Un clásico ejemplo son las margarinas (sí, esas mismas que el doctor le recomendaba y siguen recomendando a sus pacientes con arterias congestionadas como substituto de la mantequilla completamente natural y rica en grasas saturadas saludables) y cualquier cantidad de comidas procesadas y empacadas. Lo mejor es buscar siempre en los ingredientes: Aceite hidrogenado o parcialmente hidrogenado, no importa cuál tipo de aceite sea, si fue hidrogenado, está corrupto.



Sí ya sé, me extendí un poco más de lo que prometí, pero fue con buenas razones. Queda más que discutir sobre las propiedades positivas y negativas de las grasas, y así aclarar con buena conciencia y raciocinio la sabia elección de nuestras fuentes de grasas para mejorar nuestra salud. Pero resumiendo por ahora tenemos:

Hay 4 tipos de grasas con las cuales jugar, 3 de ellas son naturales y poseen beneficios para el cuerpo, y la 4ta es sacada de un abismo infernal que jamás se tuvo que haber perturbado en primer lugar y hay que evitarla a todo costo. De esas 3 grasas tenemos que las 2 insaturadas (poli y mono) tienden a balancear mecanismos que previenen enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud, y las saturadas son imprescindibles para un sistema robusto.

Bajo el contexto de las propiedades y utilidades de la grasa, está el hecho de que pueden y son usadas en el cuerpo también como fuente de energía, las recientes dietas altas en grasas y bajas en carbohidratos son ejemplos fehacientes de esta cualidad. En un estado ketogénico, por la ausencia de glucosa como fuente de energía principal, las grasas son las protagonistas en mantener al cuerpo vivo. Este tipo de dieta y sus mecanismos y beneficios merecen uno o más artículos.

Una nota sobre el colesterol dietético, que a esta altura ya se estarán rascando la cabeza al respecto, si bien elaborar en esto puede tomar mucho espacio, es importante acotar que hay un concepto erróneo sobre el mismo. Nuestro cuerpo produce aproximadamente 75% del colesterol que necesita, el otro 25% proviene de nuestra dieta. Si consumimos más colesterol del que necesita, adivinen qué, es excretado como residuo innecesario, de modo que no hay mucho que temerle al colesterol dietético. Hay mucho más que elaborar sobre el colesterol, y los verdaderos riesgos a la salud, pero al menos quería dejar dicho ese detalle por ahora. Sé lo controversial que es esto, por eso los urjo a que no tomen mi palabra al respecto, investiguen recientes investigaciones, y recuerden que hablo del colesterol dietético, no de las Lipoproteínas.

Las grasas son esenciales para los humanos, sin ellas no pudiéramos vivir y por eso el énfasis en consumir una cantidad saludable. Muchos de los problemas asociados a las grasas provienen de un exceso en la dieta de carbohidratos, como vívido ejemplo de esto están las estadísticas de obesidad en los EE.UU. donde la recomendación nacional de alimentos aconsejó en el siglo pasado una dieta baja en grasas y alta en cabohidratos, resultando en una epidemia mórbida de obesidad sin precedentes. ¡Que viva el imperio! Y eso me recuerda algo... Carbohidratos... Ah sí, ¡el último macronutriente!

 Carbohidratos



La droga de la cocina, la adicción del glotón, el culpable de todos los males en el nuevo milenio, la razón de la obesidad, el villano de la película, el... No tan rápido. Si últimamente parece que todos los males de las grasas de antaño se han vertido sobre los carbohidratos, no es por otra razón que la misma que mantuvo en las sombras recónditas de los callejones a las grasas en décadas anteriores, la neurosis y mala información del público, acopladas con realidades que hacen ver a estos deliciosos compañeros como los bandidos del pueblo.

Parte de los problemas de esta mala fama es debido al exceso en consumo por la abundancia en comidas procesadas, lo cual reduce el natural contenido nutritivo que estos proveen y los hace más fáciles de empacar en pequeñas porciones. Pero vamos por partes, como ya estamos acostumbrados vamos a definir y explicar: ¿qué son y cómo los dividimos? Eso nos ayudará a entender cómo es que terminamos usándolos en proporciones desmesuradas.

Los carbohidratos son digeridos y descompuestos en glucosa, en cuya forma pasan al torrente sanguíneo (esta es la llamada "azúcar en la sangre"), cuando el cuerpo identifica este aumento en glucosa segrega una hormona llamada insulina, cuyo trabajo es almacenar la glucosa en el hígado, músculos, y/o células. Cuando hay un exceso de glucosa el cuerpo la transforma en triglicéridos o grasas y son almacenados para futuro uso.

Este proceso es influenciado y exacerbado por diferentes factores dependientes de la fuente de carbohidrato, y para entender esto hay que definir los tipos de carbohidratos que existen. En esencia todos los carbohidratos son iguales, pero difieren por la complejidad en el arreglo molecular. Hay 3 tipos de carbohidratos (ok hay más, porque siempre hay excepciones como los alcoholes de azúcar, pero están más allá del propósito del artículo y a esta altura ya me estarán viendo con mala cara):

Azúcares: Son llamados Carbohidratos Simples porque su composición molecular es muy básica. Son de fácil digestión y generalmente tienen un impacto en producción de insulina alto. Algunos ejemplos: pan blanco, jugos, pasta, cereales, caramelos, cereales de caja, algunas frutas como mango, fresas, peras, y por supuesto el azúcar.



Almidones: Llamados Carbohidratos complejos ya que su composición molecular es mas intrincada. Tienden a ser de digestión lenta y tienen un impacto en producción de insulina mucho más bajo que las azúcares y suelen tener mayor contenido de fibra. Ejemplos: granos (lentejas, habichuelas, garbanzos, frijoles, caraotas, etc), avena, tubérculos (papa, yuca, ñame, etc), brócoli, coliflor, entre muchas otras.

Fibras: Sus características principales son que no pueden ser digeridos, por ende no contribuyen a la glucosa en la sangre, y su presencia ayuda a retrasar la digestión, resultando en menos azúcar en la sangre en un período de tiempo dado, reduciendo también la producción de insulina. El hecho de no ser digeridas quiere decir que no contribuyen en lo absoluto a las calorías que consumimos y procesamos, así que a pesar de que contengan un valor calórico intrínseco, para nosotros los humanos valen cero. Fuentes: vegetales como las espinacas, brócoli, coliflor, vainitas, espárragos, coles de brusela, etc. Hay dos tipos de fibras: Solubles e Insolubles.

- Las Solubles contribuyen al saciamiento en una comida y pueden reducir el colesterol.

- Las Insolubles son nuestras mejores amigas para el trabajo más sucio... Literalmente, el trabajo más sucio que es el de movilizar nuestro tracto intestinal y tener una buena experiencia cuando nos sentamos en el trono de porcelana.

Ambos tipos de carbohidratos tienen sus aplicaciones y son más útiles el uno del otro dependiendo de la circunstancia, hay momentos donde podemos necesitar un rápido suministro de carbohidratos que nos provean de energía inmediata, como al terminar una sesión de ejercicios, esto en conjunto con una porción de proteína es la mezcla perfecta para ese fabuloso brebaje de recuperaración.

En otros casos el consumo de carbohidratos complejos ayuda a mantener no sólo el azúcar en la sangre estable, sino que proporcionan más tiempo de llenura luego de consumirlos, y previenen picos de insulina que de ser frecuentes pueden aumentar el riesgo de enfermedades como la diabetes. Cabe destacar que los alimentos de este tipo tienden a tener la mayor cantidad de fibra por porción.

Por estas razones, la mayor cantidad de los carbohidratos consumidos deberían provenir de carbohidratos complejos y no de simples. Desafortunadamente la dieta en el mundo moderno tiene una tendencia a ser abundante en carbohidratos simples. No sólo el consumo constante de azucares pone en riesgo la salud, sino que recordemos que aquellos carbohidratos que no sean usados al momento van a ser almacenados en forma de grasas y triglicéridos.

Para ponerlo un poco en perspectiva, un vaso de gaseosa como la Coca Cola tiene la misma cantidad de carbohidratos que una papa mediana de 150gr, o una taza de arroz integral, o medio kilo de auyama. Y esto aplica a cualquier jugo, té frío, y demás bebidas dulces.



Lo que esto demuestra es que el nivel de satisfacción que tenemos al consumir carbohidratos simples es muy bajo en comparación al que tenemos con carbohidratos complejos, esto acoplado con que es mucho más fácil consumir azúcares en exceso antes de sentirse lleno, y aún no agrego el efecto que tienen en dopamina y serotonina.

Con esto en mente podemos entender que si bien los carbohidratos promueven riesgos de aumento de peso (en grasa), problemas de salud a largo plazo, desbalances hormonales, y otras cosas de temer, no es por su valor ni composición, sino por el exceso en consumo de los mismos, más aún cuando son Simples. La palabra clave, como con cualquier otro caso es: Moderación, y si me permiten agregar otra: Elección, refiriéndose a la fuente de dónde los derivamos...

>>>>   Mensaje subliminal: Carbohidratos complejos, complejos, complejos, complejos... <<<<


Sumarizando: Tenemos 3 Macronutrientes, todos tienen sus funciones delineadas arriba, cualquier comida está compuesta de uno o más de estos Macronutrientes, la recomendación típica es la de balancear estos de manera de que obtengamos todos los beneficios y mantener el cuerpo en un estado estable y saludable, optando en lo posible por aquellos que contengan propiedades positivas para la salud. Veamos cómo podemos lograr esto de una manera estándar.


Cálculos e Información Nutricional


Ahora a los números, los valores calóricos de un gramo de cada uno de ellos son: Proteínas: 4; Carbohidratos: 4; Grasas: 9.

Si una persona decide consumir 2000 calorías al día, una composición común recomendada (y conocida como Dieta de la Zona) es que los Macronutrientes sean divididos de la siguiente manera:

40% Carbohidratos ; 30% Proteínas ; 30% Grasas

Usando nuestras 2000 calorías esto resulta en:

800 Calorías de Carbohidratos: Divididos entre 4 nos daría 200 gramos.

600 Calorías de Proteínas: Divididas entre 4 nos daría 150 gramos.

600 Calorías de Grasas: Divididas entre 9 nos daría aproximadamente 67 gramos.

Resultado final: 200gr de Carbohidratos, 150gr de Proteínas, y 67gr de Grasas al día son equivalentes a 2000 Calorías.

Todas las comidas tienen sus valores establecidos en estos Macronutrientes, la información nutricional (cuando está disponible) en el empaque nos debe dar esta información, y de no estar disponible, el internet tiene muchísimas fuentes de donde sacar la información de cualquier comida. Echémosle un vistazo a unos ejemplos:




En el primer ejemplo tenemos un pan, cuya ración es de 50gr (este es el peso físico de la porción), de los cuales 20gr son Carbohidratos [H(hidratos). de Carbono es otra manera de llamarlos], 3,8gr son Proteínas, y 1gr es de Grasa. Nótese que contiene 3gr de Fibra y 0gr de Grasas Trans.

En el segundo ejemplo tenemos que una ración de este pan de 100gr tiene: 39gr de Carbohidratos, 8,4 de Proteínas, y 5,3gr de Grasas. Nótese en este caso que contiene 0,43 de Grasas Trans y 1,5gr de Fibra. Este es un buen ejemplo a evitar cuando se eligen productos saludables que no contengan Grasas Trans.

Un punto importante al momento de evitar las Grasas Trans es que en muchos países es permitido que coloquen 0gr de Grasas Trans en el empaque siempre y cuando la ración representada tenga menos de 0,5gr. La manera más segura es revisar los ingredientes y evitar a todo dar los aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados como ya mencionamos.

Leer la información nutricional puede ser un poco confuso, todos los datos presentados son importantes, pero para los efectos calóricos sólo nos interesan las Grasas, Carbohidratos, y Proteínas:

- En el caso de las grasas nos interesa saber las Grasas Totales, ya que a veces son desglosadas entre Monoinsaturadas, Poliinsaturadas, Trans, y Saturadas pero esto solo sirve para saber qué tipo de grasas están presentes.

- En el caso de los carbohidratos nos interesan los Carbohidratos Totales, algunas etiquetas incluyen las fibras en este renglón, aún y cuando no poseen ningún valor calórico para nosotros, pero suelen ser de poca importancia al momento de calcular. Yo soy partidario de que mientras menos carbohidratos coma, mejor para mí, pero ese es un prejuicio personal que no todos comparten.

- Las Proteínas siempre son totales y no se subdividen en nada.

¿Por qué contar los macronutrientes en vez de las calorías si al final da lo mismo? A esta altura ya se habrán dado cuenta de la importancia en asegurarse de comer un poco de cada uno, 2000 Calorías de puro carbohidrato no es lo mismo a 2000 calorías balanceadas en los 3 Macronutrientes.


Conclusión



Las ideas más importantes que este artículo desea dejar son las de:

- Poder entender cuáles son los 3 Macronutrientes.

- En base a la información presentada hacer una elección sabia de las mejores fuentes de cada uno de los 3.

- Saber que el valor calórico por gramo de cada uno es: Carbohidrato 4, Proteína 4, Grasa 9. Y con esto saber contarlos y dividirlos por las calorías diarias que se desean consumir.

- Poder identificar en una Información Nutricional los 3 Macronutrientes y leer la cantidad que contiene de cada uno de ellos (además de identificar otros detalles para evitar ingredientes potencialmente perjudiciales).

- Intentar seducirlos a que se conviertan en unos psicópatas nutricionales como yo.

Friday, October 16, 2015

Energia Entrante - Energia Saliente

Cuando hablamos de dieta, hablamos de comida. Todas las confusiones que surgen tienen que ver con los métodos con los que manejamos el insumo de los alimentos, pero para entender el fundamento de cualquier dieta hay que entender un principio básico físico:

Energía EntranteEnergía Saliente 



No hace falta un diploma en astrofisica para entender lo que esto significa, en términos simples nuestro cuerpo está compuesto de materia física, no de éter, ni de una sustancia mágica, es simple materia común, digerida y transformada en el conjunto de moléculas que forman a cada uno de nosotros. ¿Y de dónde viene esta materia? De lo que comemos evidentemente. Y la comida es energía. Esa es la fuente de nuestra Energía Entrante.

Ahora bien, nuestro cuerpo necesita diariamente una cantidad de materia para poder funcionar, y todos tenemos una cantidad personalizada (porque así somos de especiales), y esa cantidad es determinada por la Energía Saliente. Para ilustrarlo mejor imaginemos que es dinero y hay un gasto diario que satisfacer.

Establezcamos que el cuerpo tiene una deuda diaria a satisfacer de 2000 Gabos (La verdad es que no suena tan mal para una moneda), si le damos mas de 2000Gs, el cuerpo se va a embolsillar el sobrante, digamos que le hemos dado 2500Gs, tenemos un excedente de 500Gs que el cuerpo va a depositar en su cuenta de ahorros. Simple!

Si por el contrario sólo le damos 1700Gs pues va a tener que usar 300Gs de sus ahorros para poder cubrir el déficit. Pero al final del día pagará su deuda completa de 2000 Gabos (Me empieza a gustar la idea de mi cara en un billete o moneda).


En eso se la pasa el cuerpo diariamente, pagando una deuda, y si tiene algún superávit se lo guarda para la posibilidad futura donde no tenga suficientes fondos para cubrir el gasto del día.

En los términos que nos interesan, esa deuda es energética, y la fuente de energía proviene de los alimentos y de las reservas que tenemos en nuestro cuerpo. Al final del día nuestro metabolismo habrá hecho su ajuste de cuentas y saldado la deuda a través de lo que consumimos, y se guarda el restante o usa del almacén que tenemos.

Ahora podemos entender que la Energía Entrante es lo que comemos, y la Energía Saliente es la deuda que cada uno de nuestros cuerpos tiene. La diferencia de estos dos factores determina si hay un almacenamiento de materia, si al contrario hay un gasto de las reservas, o si se mantiene un balance energético.

Estableciendo este principio podemos comprender que la cantidad de comida que ingerimos es la que determina si aumentamos de peso o si perdemos. Sí ya sé que es algo obvio y que todos sabemos eso, no hacía falta todo un artículo para entenderlo, sin embargo esos conceptos van a ser útiles para identificar el cómo funcionan los regímenes alimenticios bajo ciertos factores explicados a continuación.

Cualquier dieta y/o plan de ejercicios tiene que regirse por ese principio de  Energía Entrante - Energía Saliente y para efectos prácticos, cualquier estrategia va a modificar el uno o el otro, aquí van varios ejemplos:

- Cuando dicen que tomar café ayuda a quemar grasa es porque la cafeína provoca un efecto termogénico, efectivamente modificando la Energía Saliente, o sea quemando más calorías, no porque literalmente el café vaya y se consuma esos rollitos de grasa en la barriga.

- Lo más común es ejercitarse, esto causa procesos metabólicos que modifican en incremento la Energía Saliente también.

- Cuando se refieren a que algo suprime el apetito es evidente que se busca modificar la Energía Entrante, dietas altas en grasas y proteínas tienden a hacer esto, alimentos altos en fibras también lo hacen.

- La inclusión de ensaladas con vegetales fibrosos (espinacas, lechuga romana, brócoli, coliflor, etc) sacian igual que otras comidas y contienen considerablemente menos calorías, de modo que es otra manera de manipular la Energía Entrante.



Para aquellos que desean jugar con números y estimar su necesidad calórica, aquí proveo una fórmula general de calcularla:

- (Peso en kg) * 2.2 * 15 = Calorías para mantener peso actual.

Digamos que una mujer pesa 63kg, entonces: 63 * 2.2 * 15 = 2079 Calorías que en líneas generales deberían mantener dicho peso diariamente. Cualquier variación a ese número va a resultar en pérdida o ganancia de peso.

Sólo por dar otro ejemplo, imaginemos a un hombre de 94kg, usando nuestra fórmula: 94 * 2.2 * 15 = 3102 Calorías diarias.

Una nota importante que hacer si bien este tópico no concierne al artículo directamente, vale la pena mencionar que los números calculados arriba son un estimado y sirven como referencia, el individuo debe experimentar durante semanas y mantener buen progreso para notar cambios en composición corporal.

Quizá lo más importante para notar que el cálculo es un estimado se puede ver de la siguiente manera. Biológicamente un kilo de músculo consume mas calorías que un kilo de grasa, por ende un individuo de 100kg con amplia masa muscular (como un fisicoculturista) no puede quemar las mismas calorías que otro individuo de 100kg notablemente obeso. El primero tiene un uso calórico intrínseco superior al último. Pero este tema se escapa del ámbito del artículo así que lo dejaremos para otro.